"El orden mundial es caníbal, absurdo y mortífero"
- Vivimos bajo la tiranía de un capitalismo globalizado.
- Las grandes corporaciones imponen sus designios a los gobiernos.
- 500 sociedades controlan más de la mitad de la riqueza del planeta.
A sus ochenta años,
Jean Ziegler se mantiene en plena
actividad como vicepresidente del Comité Asesor del Consejo de Derechos Humanos
de la ONU, y la lucidez de sus análisis políticos continúa siendo una de las
principales referencias de la izquierda europea. '
El capitalismo ha
llegado a su estado paroxístico', sentencia, y 'el Estado está
totalmente desarmado frente a él; la movilidad del capital y el cinismo absoluto
de la Banca hace que las grandes corporaciones económicas puedan oponerse a
cualquier decisión política que no les complazca. El verdadero sujeto de la
Historia, el más poderoso hoy en día, son las sociedades transcontinentales
privadas.'
Con una veintena de ensayos publicados en todo el mundo, Jean Ziegler
-profesor emérito de Sociología en La Sorbona- corrige estos días la edición en
francés de su próximo libro, 'Detournez les fusiles'. La célebre frase de Lenin,
señalando a
los 'verdaderos enemigos de la clase obrera', sirve
de título a un trabajo de revisión de las teorías sobre el Estado y del papel
dominante de los grandes grupos económicos.
'Vivimos bajo la tiranía mundial del capital globalizado',
prosigue Ziegler, 'de una oligarquía formada por sociedades transcontinentales,
cuyo único principio es la maximalización del beneficio, que concentran en sus
manos el poder político y económico, imponiendo un 'orden caníbal' en el mundo,
un orden absurdo y mortífero.'
- " (...) Esa oligarquía financiera se ha hecho
incontrolable para la justicia de los
estados, y que escapa a todo control social (...) Todas las grandes corporaciones multinacionales utilizan sociedades off shore,
domiciliadas en
paraísos fiscales. Todo ello vuelve sus movimientos resultan
absolutamente opacos. Y sirve para que prácticamente no paguen impuestos,
facilitándoles la evasión fiscal de miles de millones de euros.
¿Por qué califica de 'orden caníbal' el desarrollo de un capitalismo
global?
Porque responde a una dinámica 'caníbal': los ricos se
hacen rápidamente mucho más ricos, mientras la creciente desigualdad hace que no
paren de subir las cifras de víctimas de ese reparto injusto. Basta observar que
en 2005 el número de milmillonarios era de 487, que sumaban un patrimonio de
1.650 miles de millones de euros. Y ocho años más tarde ese número casi se había
triplicado, pese a una crisis internacional que multiplicaba el número de
desempleados en Europa. Los últimos datos disponibles hablan de unos 1.250
milmillonarios, con un patrimonio de unos 4.500 mil es de millones de euros. Es
decir, que aumenta vertiginosamente el enriquecimiento de esa oligarquía
financiera transnacional, al mismo tiempo que se incrementa su poder
político, su control sobre las elites parlamentarias y gubernamentales, su
dominio sobre las viejas estructuras estatales. Paralelamente, se agravan la
desigualdad, la precariedad, el empobrecimiento, el sufrimiento de millones de
seres humanos, lo que llamamos 'la pirámide de las víctimas'. Tres cuartas
partes de los habitantes del planeta viven en los 122 países del hemisferio sur,
que es donde las sociedades multinacionales obtienen sus beneficios más
extremos. Porque en Europa todavía hay sindicatos y legislaciones que
limitan los mecanismos de explotación y devastación social. En
cambio muchos países del Tercer Mundo constituyen un paraíso para las grandes
corporaciones transnacionales porque tienen estados corruptos que aceptan
salarios de hambre y condiciones laborales cercanas a la esclavitud. Pero es que
la destrucción de esos estados mediante la corrupción está organizada
por las propias corporaciones multinacionales, para facilitar la
explotación de recursos naturales y mano de obra. ¿Por qué califico de 'caníbal'
este orden del mundo? Porque las víctimas que causa son perfectamente evitables.
Basta con un solo ejemplo: el hambre crónica, la desnutrición que causa una
enorme mortandad en el mundo, sería fácilmente evitable. Bastaría con que
hubiera voluntad internacional de darle fin.
Puedes leer el resto de la entrevista en:
http://www.elmundo.es/solidaridad/2014/07/22/53cdda7122601dfc3b8b456c.html