miércoles, 30 de abril de 2014

Recomendaciones que nos diera Salvador Freixedo.

LOS SERES humanos hemos padecido un exceso de autoridad. Más aun, hemos padecido de muy malas autoridades. Si la raza humana hubiese sido bien dirigida y bien organizada, este planeta no estaría en el lamentable estado en que se encuentra. 
(...) 


¿Una rebelión contra las autoridades?

(...)  las autoridades políticas están condicionando nuestras vidas al influir en ellas desde muchos puntos de vista. Con sus malas decisiones y con el enorme manipuleo que ejercen a través de los medios de comunicación, no nos dejan evolucionar hacia el superhombre al que todos naturalmente debemos tender. Con sus mentiras y sus adulaciones, por una parte, nos tienen atontados atendiendo todos los días a sus polémicas y a sus jueguitos dialécticos interminables, y por otra, nos malhumoran y nos hacen perder la paz para que podamos reflexionar con la tranquilidad y la profundidad que requiere el momento crucial de la historia que estamos viviendo. 
Ésta es la razón principal por la que debemos reevaluar a nuestras autoridades. Hasta ahora mucha gente de buena voluntad tenía fe en ellas y creída de lo que ellas decían y ordenaban era bueno y sano. Pero a la luz de la historia no sólo reciente, sino de todos los tiempos, tenemos que sacar la conclusión de que los que mandan, por el mismo hecho de mandar, son muy sospechosos de algún tipo de corrupción. Tal como vimos en párrafos anteriores, el poder en sí es muy corruptor y por eso tenemos que estar muy precavidos contra todo aquél que tenga algo de poder, y más contra aquéllos que poseen una gran cuota del mismo. 

En cuanto a aquéllos que detentan todo el poder bajo una forma absoluta, no sólo tenemos que sospechar de ellos, sino que debemos tener la seguridad de que están completamente corruptos. Ninguna persona honesta permite que todo el poder esté en sus manos, pues con ello demuestra que se siente absolutamente superior a sus conciudadanos. Podrá ser superior a muchos de ellos individualmente considerados, pero no superior a toda la sociedad. 

¿Estoy predicando entonces una rebelión contra las autoridades? En un cierto sentido, . Una rebelión no de armas, pero sí de sentimiento y de pensamiento. Nos dirigen mal y hacen ir a la sociedad por caminos equivocados; nos acomplejan, nos manipulan y no nos dejan evolucionar; por lo tanto, tenemos que rebelarnos contra ellas en lo que esté a nuestra mano.  

(:::) Lástima que, debido a la enorme manipulación a que la sociedad entera está sometida por los medios de comunicación estatales, ayudados por la inconsciencia y la avaricia de los que tienen el control de la radio, prensa y televisión privados, la gran masa de los ciudadanos no caerá en la cuenta de la enorme manipulación mental a que son sujetos, y el reducido número de aquéllos que hayan caído en la cuenta no se pondrán de acuerdo en resistirla y hacerle frente. 
Pero la rebelión básica que tenemos que realizar es la interna. Es la decisión firme de no dejarnos manipular por los "grandes" de la sociedad, por los que dictan las pautas de lo que hay que creer, de lo que hay que vestir, de lo que hay que leer. Debemos estar internamente alertas contra los mil sutiles engaños y tretas de los que tienen en su mano el poder de convencer o de influir las mentes. 

Tenemos que esforzarnos en el supremo deporte de pensar por nosotros mismos y practicar la suprema virtud de actuar siempre de acuerdo con lo que pensemos, por más que las dignísimas autoridades nos digan lo contrario.  

Como resumen de todo este capítulo podemos decir que el hombre y la mujer de la Nueva Era estarán en el futuro mucho menos supeditados a lo que digan los que hasta ahora han regido a la sociedad. Porque la verdad es que la han regido muy mal y por eso las cosas han llegado al desastroso estado en que están, por más que los eternos optimistas nos acusen de negativos y no vean tantos problemas como nosotros vemos.  (...)


martes, 1 de abril de 2014

LA POBLACIÓN MUNDIAL.

Se dice que existen suficientes alimentos para todos los habitantes de la Tierra: siete mil millones, pero lo que falla es la distribución de estos. Al margen de esta falacia -lo de la distribución- quizás si se pueda alimentar a toda la población, pero no solo de alimentos vive el ser humano. También necesita vestido, sanidad, educación, vivienda, utensilios domésticos, ocio, transporte, etc. Para que todas estas necesidades humanas puedan ser cubierta se necesitan de muchos más recursos. 

Con un número de habitantes elevado para el planeta quizás será posible dar de comer a todos. Pero solo eso. Si el número disminuye un poco más, podría además dotarse de servicios sanitarios más adecuados, por ejemplo. Si este número de habitantes aún queda un poco más reducido toda la población podrá acceder además a la educación pues se liberan recursos. Pero si el número de habitantes del planeta se establece en el más adecuado posible de manera definitiva, se podrá proveer de todos los servicios y cubrir todas las necesidades de todos sus habitantes. 

La cuestión está pues en... ¿cuál es ese número de habitantes para el planeta suficiente como para producir y proveer de todos lo necesario para una existencia satisfactoria y plena de todos sus habitantes?

Solo es cuestión de investigación y estudio.   

Una vez definido y establecido ese número definitivo... 

Es absolutamente imprescindible que los ciudadanos del mundo concretemos la implantación urgente de una estrategia universal para mantener el equilibrio de la población mundial acorde con las posibilidades ecológicas de la Tierra.
Para conseguir este equilibrio poblacional sería básico el fomento del control de la natalidad, la planificación familiar y otros métodos humanizados compatibles.

La Tierra debe tener y mantener de forma indefinida, la cantidad de habitantes óptima para conseguir una convivencia pacífica entre todos sus habitantes; tolerando sólo leves fluctuaciones lógicas.


Quiero decir con "de forma indefinida": por un tiempo que no queda establecido a priori. No se trata de un número de pobladores definitivo e inamovible en el tiempo, pues todo avanza y evoluciona. La modificación de esta cantidad dependería en el futuro de la aparición de nuevos modelos sociales que hagan posible la variación del número de pobladores de la Tierra pero siempre que ello no suponga un detrimento en su nivel de vida. 

Resultado de la aplicación de estas recomendaciones:
http://planeta-gaia.blogspot.com.es/