viernes, 2 de mayo de 2014

El aberrante sistema económico actual.

La función del dinero ha sido la de convertir el trabajo, el esfuerzo, la dedicación, las esperanzas y el futuro de cada persona en un objeto sólido, por tanto, acumulable y manipulable.
El dinero funciona como un imán. Es cierto el dicho de "el dinero atrae al dinero". Allá donde haya una cantidad de dinero acumulado por un determinado propietario, éste tendrá el mayor número de posibilidades de que acuda a su cuenta más y más dinero. El sistema capitalista ha sido diseñado para que esto ocurra así.

A medida que los procesos económicos en todos los ámbitos están teniendo lugar, el dinero se acumula y se vuelve a acumular cada vez en menos manos, en una progresión geométrica. Es una de las leyes salvajes de la economía de libre mercado: "el pez grande se come al pez pequeño"; la gran empresa siempre destruirá a la pequeña empresa. Terminará por absorberla o eliminarla.
El futuro predecible es, más obvio actualmente que nunca, que un pequeño grupo de empresas controlen toda la producción y comercialización de prácticamente todo lo que pueda ser producido, incluso lo que no es posible: los recursos naturales.
Empresas que se expanden sin límites dirigidas por individuos cuya meta es "acumular dinero", "acumular poder", sin otra preocupación. Sin importarles lo más mínimo los intereses tuyos ni los de nadie.

Los ciudadanos, o los trabajadores son los auténticos sustentadores del actual sistema económico. Son la ingente masa conformada por meros productores-consumidores: la masa de trabajadores es la que produce las riquezas, pero estos trabajadores solo consumen de ella lo mínimo necesario para sobrevivir, y así poder mantener la cadena de producción y consumo de forma indefinida. Por supuesto ese límite de consumo lo establece el dinero, mejor dicho, el salario que recibe el trabajador. Un salario siempre escaso pues así está obligado a obtener ese mínimo necesario para la vida hipotecándose con la concesión de préstamos. Obligado a vivir por adelantado. Condenado a pagar de por vida lo mínimo necesario para subsistir: vivienda, vehículo, alimentación, vestido, sanidad, educación, ocio...
Este productor-consumidor está sometido a la realización de la máxima cantidad de trabajo posible por el sueldo mínimo posible. Definitivamente queda sometido a una situación de semiesclavitud y su dedicación de por vida consistirá fundamentalmente en trabajar para los bancos acreedores y las empresas que venden lo que necesita y lo que no necesita. Y este es el caso de los que pueden sentirse "afortunados" por el hecho de tener empleo.
Caso aparte son los millones de personas en el mundo que ni siquiera tiene un puesto de trabajo. El sistema es incapaz de crear trabajo para todos. Al sistema le conviene de todos modos tener una masa de potenciales trabajadores en situación de desempleo, pues así será más fácil aceptar las duras condiciones que se les ofrece a la hora de ofertar un trabajo. "Si tu no quieres este puesto de trabajo porque te parece que te pagamos poco, o que no cotizas a la seguridad social, o que las vacaciones son escasas o inexistentes, o trabajas el doble de horas de las establecidas, etc... no importa, hay miles y miles de personas desesperadas que aceptarán estas condiciones laborales pues no tienen ni que comer." Esta es la situación aberrante de la que se aprovechan las empresas; huelga decir que no les interesa que se dé el pleno empleo.
Cualquier persona necesita un mínimo para vivir, empezando por la alimentación, o el vestido, o la educación, la sanidad etc. El sistema se ha encargado de ponerle a todo y cada uno de los productos y servicios que necesitamos un precio por el que pagar. El sistema es incapaz, o no le conviene, establecer el pleno empleo. El resultado: millones de personas sin empleo; millones de personas sin dinero; millones de personas sin tener ni para comer; decenas de miles de personas mueren de hambre. Se ha establecido una auténtica situación de máxima aberración.
Como consecuencia de que el dinero hace tangible el esfuerzo de cientos de millones de trabajadores, el trabajo convertido así en un objeto manipulable puede ser acumulado, malversado, desviado, mal invertido, robado... crea de este modo situaciones desigualdad, injusticia, inseguridad, violencia; propicia la aparición de mafias y de bandas criminales que provocan extorsión, asesinatos, robos, chantajes... una situación de corrupción social permanente e imposible de erradicar.

El ser humano posee también una naturaleza animal que le impele a la supervivencia de manera instintiva, inconsciente. La sociedad actual se rige por la misma ley que rige la vida en la selva: solo sobreviven los más fuertes. El débil perece. El dinero es elemento que hace posible el acceso a todo lo que se necesita para sobrevivir. Mientras más dinero posea más posibilidades de supervivencia tendré. El sistema está diseñado para que esto funcione así hasta las últimas consecuencias. No hay piedad. El dinero pues se convierte en el objetivo fundamental o casi único en la existencia de las personas, empresas, organismos, gobiernos, estados... y todos lucharán con todas sus fuerzas para conseguir todo el dinero posible.
El dinero es el instrumento ideal para llevar hasta el extremo nuestro instinto de supervivencia, capaz de alimentar nuestro egoísmo al grado máximo.

Por todas estas aberrante razones ya expuestas, las cuales venimos sufriendo desde el comienzo de la Historia, la conclusión más clara y definitiva a la que he llegado es que, para que sea factible un futuro sistema más humano, justo y pacífico deber ser absolutamente indispensable....

1. La abolición del dinero, o de cualquier otro método similar a éste en su utilidad o funcionamiento.

Cualquier Sistema que quedase establecido al nivel que sea: mundial, nacional o local; del tipo social que más consenso reciba, estableciendo el sistema productivo más efectivo, diseñando un modelo económico respaldado con el máximo control, conformando un sistema político plenamente democrático, estableciendo diseño legislativo absolutamente igualitario etc. etc. si éste está basado en el dinero como elemento de cambio, más tarde o más temprano volverá a fracasar. Exactamente por los mismos motivos que el sistema actual ha fracasado. Volver irremediablemente a un punto similar de corrupción, desigualdad y violencia, sería solo cuestión de tiempo. Puede que de mucho tiempo, pero ineludiblemente el sistema, de un modo u otro, volverá a "recrearse", "readaptarse" constantemente, inadvertidamente... hasta que se den las condiciones necesarias para volver a un estado similar al actual.
Solo hay que tener en cuenta la idea de que "el dinero solo sirve para acumular riquezas en pocas manos". Siempre habrá un grupo de "iluminados" con cierto grado de poder, aunque este sea efímero, que hará lo posible por acumular esa riqueza para obtener más poder. Recomenzando así el círculo vicioso.



¿Es posible una sociedad sin dinero?
Rotundamente sí.

Resultado de la aplicación de estas recomendaciones:
http://planeta-gaia.blogspot.com.es/

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